En la ciudad fronteriza de Castelnovo di Sotto en Italia, puedes conocer un edificio residencial inusual, que fue construido por el talentoso arquitecto Andrea Oliva.

La peculiaridad del edificio es que la arquitectura está en perfecta armonía con el pintoresco paisaje rural. La casa se integra con éxito en la zona, rica en canales y todo tipo de jardines. Esta unidad se logró a través de una combinación armoniosa de densos volúmenes y vacíos.

La estructura de la casa se puede dividir en varias partes. El amplio porche desempeña el papel de un borde condicional entre la casa y el patio. La armonía entre la naturaleza y las instalaciones también se logró con la ayuda de rampas y escaleras, que sirven como continuación de los caminos. Las fachadas del edificio repiten y complementan la forma arquitectónica básica de la casa. Desde el lado sur puede ver los paneles deslizantes oscurecidos que se combinan perfectamente con el interior de la casa. Además, los paneles agregan dinámica al edificio, lo que se logra a través de una gran cantidad de intersecciones.

La casa está diseñada de tal manera que en verano las habitaciones están protegidas de la luz solar, y en invierno la luz del sol penetra en el interior. Esto se logró gracias a la geometría no estándar de la veranda y la puerta de vidrio en la parte sur de la casa.

Para hacer que la casa sea cálida y acogedora en cualquier época del año, se proporciona una construcción especial de ladrillos con poros en los muros de carga, en combinación con una doble capa aislante de diez centímetros. La casa tiene paneles solares, un sistema de recolección de agua de lluvia y un sistema de reciclaje de aire mecanizado.

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