Esta discreta casa está ubicada en un bosque en las laderas de la colina Titirangi, cerca de la ciudad de Gisborne (Nueva Zelanda). Su autor, el arquitecto Chris Tate, pasa su fin de semana aquí. Realmente no es fácil notar esta casa, ya que se fusiona con el área circundante, pero esto está lejos de ser la característica principal del proyecto. Su característica inusual es que prácticamente se cernía sobre el suelo, el proyecto fue concebido e implementado de tal manera que minimiza cualquier trabajo de excavación y deja intacto todo el suelo y la vegetación circundante. Y todo esto, en una ladera bastante empinada.

En lugar de la base - pilas

En lugar de los cimientos tradicionales, la casa contiene 16 poderosas pilas clavadas en el suelo. Al mismo tiempo, era necesario llevar a cabo una tarea difícil para coordinar todas las pilas y finalmente obtener un sitio plano para la construcción. Para evaluar la inclinación de la pendiente, debe mirar cuidadosamente la foto, por ejemplo, las escaleras que conducen a la casa. Y si, por un lado, la entrada a la casa está prácticamente desde el suelo, entonces, en el lado opuesto, gruesas coronas de árboles miran hacia las ventanas.

Respeto por la naturaleza

Para obtener permiso para construir una casa en el bosque, Chris Tate tuvo que demostrar que su construcción traería un daño mínimo al medio ambiente. De hecho, era necesario cortar varios árboles y cortar ramas en varios; de lo contrario, era imposible lograr la estabilidad necesaria del edificio en los soportes. Al mismo tiempo, una casa bastante grande (92 m 2 ) prácticamente no tiene ningún efecto sobre los arbustos y otra vegetación, que resultó estar debajo de ella. Naturalmente, parte de la luz solar está bloqueada, pero esto no es crítico: la vegetación siempre ha experimentado una falta de iluminación debido a la densa copa de los árboles.

Como si intentara que la Casa de la Selva Negra fuera lo más discreta posible, el arquitecto realizó un acristalamiento completo de la sala de estar. Además, prácticamente no hay objetos en su interior que puedan "oscurecer" el aspecto (muebles bajos, accesorios empotrados en el techo), el aspecto literalmente lo atraviesa y se detiene en la densa vegetación forestal. Y si el exterior de la casa, que coincide totalmente con el nombre, es negro, en el interior, con la excepción de los marcos y pilares de las ventanas negras, es completamente blanco. El propio Chris Tate explica esta decisión simplemente: "No le temas al blanco, no le temas a los pisos blancos; en su contexto, tú y tus amigos parecerán una verdadera obra de arte".

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